Algo que se acostumbra mucho en Suecia por su vasta área de bosque, es que salgas a buscar champiñones (svampar), la variedad más solicitada y más fácil de reconocer es el "Cantharellus cibarius" o cantarel. En verano encuentras unos amarillos pero en esta época encuentras unos medio cafés.
En fin, nos pusimos de acuerdo con unos compañeros de trabajo de Moy para ir, porque aquí les enseñan desde kinder como identificar los champiñones comestibles, entonces pues mejor ir con los expertos.
El día estuvo soleado muy padre aunque un poco frío (como a 7°C), salimos del trabajo a las 3:30 y nos lanzamos al bosque de Hunneberg. Llegando caminamos hacia un lago y de ahí a medio dividirnos para buscar.
Nosotros íbamos pregunte y pregunte cada que veíamos un hongo que podría ser el que buscábamos. Finalmente Henrik dio con uno amarillo y al poco rato Moy y yo caímos en una isla de hongos, de ahí todo fue cortar y cortar más hongos.
Después de 2 horas decidimos retirarnos, con dos bolsas de cantarel (kantareller). Todos nos dieron sus champiñones para luego solo recordarnos que los teníamos que limpiar.
Y eso de limpiarlos fue todo un show y tardamos otras 2 horas antes de ver las bolsas vacías y todos limpios. Pero en el inter los estuvimos preparando de la manera tradicional sueca o por lo menos la que todos nos recomendaron y que consiste en freir los champiñones con mantequilla, agregar sal y pimienta; colocarlos en un pan tostado y meterlos al horno y al salir ponerles "blue cheese".
Debo decir que aunque si me gustaron la verdad es que toda la lata siento que no lo amerita como para ir muy seguido pero fue una agradable experiencia que bien podemos repetir.
2 comentarios:
Ayy que padre experiencia y que rico final jajaja A ver si se traen unos para diciembre jaja
La neta la neta... los veo y no se me antojan :S... jeje... soy sincero no...
Parecen como cucarachitas fritas... :P
Publicar un comentario